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José Viera, Presidente de la Federación Argentina de Ciegos – FAICA, es el nuevo Asesor de Política de Derechos Humanos de la UMC.Es licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Empresarial Siglo 21, Argentina Internacional Bacalaurate Vancouver Canadá. Obtuvo un Master en Gestión de Desarrollo en la Universidad de Torino, Italia y también un Doctorado en Estudios Latinoamericanos con Foco en Asuntos de Desarrollo y Cooperación por la Universidad Complutense de Madrid, España.
A continuación presentamos una breve entrevista que tuvo lugar cuando visitó la Oficina de la UMC en Toronto, el mes de marzo pasado:
Bienvenido, José. En primer lugar, háblanos un poco de ti y de tu actuación en el campo de los derechos de la discapacidad.
Soy ciego de nacimiento y a partir de 2002 me involucré en el movimiento de los derechos de los ciegos y de la discapacidad. En la actualidad, soy Presidente de la Federación Argentina de Ciegos. Trabajé también como asesor de diversas organizaciones tales como el Comité de la CDPD de la ONU. Antes de unirme a la UMC, fui Coordinador Regional para Promoción de los Derechos de la Discapacidad Internacional (DRPI), proyecto global de la Universidad York de Toronto (Canadá), cuya meta principal es controlar la puesta en práctica de la CDPD en todo el mundo. Por último, soy profesor universitario del Departamento de Estudios Internacionales de Córdoba (Argentina). Esto me permite combinar mi experiencia e intereses personales con mi carrera profesional.
¿Qué fue lo que más te sorprendió del trabajo en este campo?
Pienso que lo que más me sorprendió fue la brecha entre lo que está escrito y lo que sucede a nivel de base. En este sentido, creo que nuestra mayor responsabilidad, entre otras muchas, es reducir la brecha y asegurarnos de que la promesa de los gobiernos se cumpla realmente. Otro aspecto de este trabajo que me sorprende es el gran poder que podemos tener si trabajamos juntos con un plan estratégico y metas definidas. Estoy convencido de que las organizaciones de ciegos como las nuestras tienen un rol muy claro en cuanto a garantizar el goce pleno de los derechos humanos.
¿Qué significa la Unión Mundial de Ciegos para ti y por qué solicitaste este trabajo?
Para mí, la UMC es un claro ejemplo de lo que es posible cuando un movimiento fuerte tiene ideas claras y sabe cuál es el paso siguiente. La veo como una organización que interactúa y se involucra con otras organizaciones de personas con discapacidad, pero al mismo tiempo, es capaz de defender nuestros propios intereses y asegurar que se oiga nuestra voz a todos los niveles.
Decidí solicitar este cargo porque me sentía en una situación en la que quería progresar, sobre la base de todas mis habilidades y conocimientos, para tratar de apoyar el trabajo de defensa emprendido por todos nuestros miembros nacionales. Este cargo, creo, tiene todo lo que un defensor de los derechos humanos podría desear. En otras palabras, el puesto de Asesor de la UMC de Política de Derechos Humanos permite trabajar a nivel internacional y al mismo tiempo, contribuir a nivel nacional y local para garantizar que sean realidad todas las mejoras, avances y cambios. La idea principal a tener en cuenta es seguir ocupándose y apoyando a nuestros miembros en su hacer diario para promover nuestros derechos. Queremos estar junto a ellos para ayudarles a perseverar en el logro de sus objetivos.
¿Cuáles son algunas de tus prioridades en tu función de Asesor de la UMC de Política de Derechos Humanos?
Habrá sin duda, numerosas tareas y muchos objetivos que lograr. Sin embargo, pienso que la prioridad es apoyar a nuestros miembros en su trabajo de defensa; representar la voz de nuestra comunidad a nivel internacional; proporcionarles herramientas y destrezas a nivel nacional para alentaros a implicarse con otros interesados relevantes y potenciarlos para que participen en los procesos de puesta en práctica y control de los instrumentos de derechos humanos pertinentes. Creo en el esfuerzo colaborativo sobre la base del compromiso y solidaridad que tenemos. Veo mi trabajo como una estrategia de apoyo de abajo hacia arriba. Pienso que hay mucho que tenemos que aprender y mi objetivo es interactuar todo lo posible con nuestros miembros.
¿Cómo piensas que tu experiencia como Presidente de nuestro miembro de Argentina te puede ayudar en este rol y en el trabajo con nuestros miembros?
Pienso que mi ventaja como Presidente de la Federación Argentina de Ciegos es que sé qué se espera de la UMC. También creo que con los años, he ganado experiencia en la identificación de las prioridades y en la manera de manejar los distintos problemas. Estoy convencido de que el hecho de provenir de un miembro nacional de la UMC me permitirá ser más activo en el apoyo a nuestros miembros.
Dados los muchos e importantes procesos y cambios que se producen a nivel internacional en la actualidad, incluida la Agenda de Desarrollo 2030, ¿qué piensas que esto aporta a la UMC y a su capacidad de participar con eficacia e influir a nivel internacional?
Junto con la CDPD y muchos otros instrumentos de Derechos Humanos, los Objetivos de Desarrollo Sostenible son un marco que ayudará el desarrollo de nuestro trabajo. Los veo como una lista de prioridades que debemos considerar al planificar y poner en práctica nuestras actividades. Además, los considero una base excelente para progresar en el goce pleno de nuestros derechos. Sin embargo, la tarea que más desafíos presenta es convertir esta herramienta en cambios concretos y tangibles para nuestra comunidad. Esto podría ser una pregunta sin respuesta todavía, pero queremos contribuir a su proceso de puesta en práctica y monitoreo, a fin de encontrar las respuestas y asegurarnos, como dije antes, de que lo que está escrito se convierta en realidad.
Finalmente, tienes otros comentarios que quieras compartir con los miembros de la UMC?
Quisiera pedirles apoyo y que contribuyan con nuestro trabajo siendo miembros activos. Los objetivos de la UMC se pueden lograr a través de la fuerza de nuestros afiliados nacionales. Me gustaría aportar haciendo que todos ellos se conviertan en enérgicos defensores; es necesario que trabajemos juntos para convertirnos en paladines más fuertes y que asumamos las responsabilidades que nos corresponden como dirigentes de nuestro movimiento.